A NADO CRUZO
Al final de la jornada
un descanso no conviene,
el que lleva nunca tiene
que pedir a cambio nada.
Se que corre afortunada
sangre roja por mis venas
y encerradas viejas penas
tomo lo que Dios dispuso;
sin temor a nado cruzo
tiro al fondo las cadenas .
Reynaldo Armesto Oliva . CUBA . IWA